Muchos alumnos, incluso yo mismo en su día, nos iniciamos en el mundo del bonsai comprando un ulmus parvifolia (olmo chino).
Este el caso de este árbol de José Manuel, que le ha servido para practicar tanto técnicas de cultivo como de formación.
Casi nunca tienen las ramas donde deben y de esa manera el alumno practica el injerto más básico, el de aproximación.
Es curioso cómo queda el árbol con un montón de ramas que no se saben de dónde vienen y a donde van.
Una de esas ramas injertadas con éxito.
Una vez como queda después de arreglar la cicatriz.
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